21/9/2018 ¿Por qué queremos una ley de protección de polinizadores, fomento de la cría de abejas y desarrollo de la apicultura?Read Now
Por: Telmo Martinez, gerente de Apiario Los Cítricos, integrante de Colectivo Abejas Vivas
Senadora Maritza Martinez, le agradezco y le agradecemos por abrir este espacio y a todos los asistentes que con su presencia nos permiten manifestar ¿por qué queremos una ley de protección de polinizadores, fomento de la cría de abejas y desarrollo de la apicultura? Resumiendo: ¡Al proteger los polinizadores protegemos la vida, nuestra vida! El concepto de la abeja centinela del ambiente, se deriva de la capacidad que tiene la madre naturaleza de usar a los criadores de abejas para hacer escuchar el dolor que le causan las heridas por la pérdida de las especies de polinizadores que no tienen un doliente que las visite y revise cada ocho días como si es el caso de Apis mellifera que es reconocida por la obtención de miel, polen, cera y muchos productos más, hasta el veneno se lo sacamos para curar dolencias. Los apicultores expresamos ese grito de dolor, al ver nuestras abejas muertas, y ese montón de cadáveres en ocasiones por millones, no es más que una alerta que nos permite preguntarnos que estará pasando con los otros polinizadores, murciélagos, colibríes, mariposas, otras abejas, escarabajos, moscas; donde mueren las abejas ellos también dejan de existir. En nuestro país el invaluable servicio de polinización se daba por descontado pero recientemente hemos visto surgir el mercado de personas haciendo polinización manual de pasifloráceas y guanábanas. ¿A dónde fueron a parar los abejorros y los escarabajos que hacían ese trabajo gratis? Se apunta que en Europa y Estados Unidos, los monocultivos, la deforestación, algunas plagas y la aplicación de plaguicidasserían las causas de la desaparición continuada de colmenas pero lo que hemos visto en el país es la muerte masiva e inmediata de las abejas, muertes que de manera fáctica se han podido relacionar con aplicaciones de plaguicidas en los alrededores de los apiarios, aun a distancias largas; también se ha podido observar la muerte de colibríes y otras aves, mariposas, escarabajos y murciélagos que corren la misma suerte. Quienes han podido pagar los análisis de laboratorio encuentran productos químicos de uso agropecuario en los resultados siendo FIPRONIL y Tiametoxan los más encontrados. La polinización que la naturaleza le ha encargado a tales especies es la base de la producción de alimentos, de la producción de agua ya que es fundamental para la regeneración del bosque por la muy básica función de la producción de semillas. De tal manera que interrumpir la polinización es un riesgo que puede ser considerado de seguridad nacional; continuar por el abismo de la destrucción de los polinizadores es propiciar la destrucción del bosque, del agua y de nuestros alimentos. Poner fin a esa carrera loca es responsabilidad de todos los colombianos y en especial de los Honorables Senadores crear los mecanismos que garanticen la protección de los polinizadores y para la continuidad del servicio de polinización. Crear y desarrollar mecanismos que permitan investigar y desarrollar tecnologías adecuadas para la cría de nuestras propias abejas que las hay por millares algunas de ellas sin aguijón e incluso con capacidades de acumulación de miel polen o resinas que les permiten tener vocación productiva con características superiores a lo ya conocido. Así que con las abejas se podría desarrollar una industria que aproveche nuestra diversidad, somos un país de las abejas, más de 1000 especies vuelan por nuestros aires, llevando con sus alas el zumbido de la creación de la vida en cada acto de polinización. Existen procesos incipientes de cría de abejas, meliponicultura e investigaciones con abejorros. Fomentar su desarrollo es otra oportunidad para hacer grande a Colombia. Si se decidiera aprovechar el potencial agrícola de Colombia; con toda seguridad la abeja del apicultor, Apis mellifera, la que tiene aguijón y ha sido icono carismático de varias generaciones de infantes, esta abejas será necesaria para brindar el servicio de polinización en especies como el aguacate, o las cucurbitáceas, incluso fresas y moras requieren abejas para ser grandes, dulces y jugosas. El servicio de polinización y la obtención de productos de las abejas podrían ser la base para desarrollar una industria que podría llegar a ser de dos millones de colmenas beneficiándose en el sector primario más de cien mil familias. Con ingresos que fácilmente podrían llegar a los 320 mil millones de pesos en solo exportación de miel; éstas abejas pueden cubrir en todo el territorio nacional, de 0 a 3000 msnm. Los beneficios podrían ser no solamente por la obtención de divisas sino también por la inclusión en la dieta y en la medicina de los otros maravillosos productos. Incluso sectores como la minería ya se benefician del desarrollo de la apicultura a niveles superiores del artesanal o los forestales donde la apicultura podría generar el vital flujo de caja, en etapas tempranas, por ejemplo en Acacia mangium desde los primeros meses de implantado el cultivo, se puede cosechar miel. Ahora bien síntomas como el elevado nivel de falsificación donde en un entorno cercano a las 18 mil toneladas, más del 85% de lo comercializado es producto fraudulento, ameritan ser considerados por los honorables senadores para propiciar que sean atendidos definitivamente por el estado. Al margen y no menos importante el elevado nivel de deforestación en beneficio de monocultivos podría estar generando desiertos para las nuevas generaciones, es el caso de la zona cafetera donde se ha perdido la posibilidad de hacer apicultura por la eliminación del guamo como sombrío, la deforestación nos obliga a rogar a sus señorías que consideren la necesidad de hacer regresar los guamos al paisaje cafetero, por su elevada producción de néctar y materia organica y por supuesto en todo el país a que los predios rurales aporten a la conservación, particularmente de árboles viejos con cavidades donde los polinizadores puedan anidar. No queremos una pelea con los agricultores, queremos que no nos maten las abejas para poder proveerles el servicio de polinización. Si las abejas y los polinizadores pueden surcar el horizonte, podemos tener la garantía de un campo limpio y que nuestros alimentos aún son comibles. ¿De qué sirve proteger a las abejas si nuestra comida esta envenenada?
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